"La carretera de Taganana sufrió otro alud de rocas y tierra a la salida del túnel" (leer aquí o aquí)
Increíble es la palabra que me viene a la cabeza. Increíble, pero a la vez muy creíble si atendemos a las actuaciones de las administraciones (tanto ayuntamiento como Cabildo) en Anaga.
En esta noticia se nos habla de un desprendimiento a la salida del túnel de Taganana, el mismo lugar que no hace mucho dejó incomunicado el pueblo anaguero durante horas; el mismo lugar donde no se hizo otra cosa que descombrar la carretera y “picharla” un poco donde se rompió, sin acondicionar la barranquera causada por el desprendimiento en una ladera de tierra fácilmente arrastrable por la lluvia que, evidentemente, iba a empezar en cualquier momento.
También se nos habla del acceso al campo de fútbol de San Andrés, donde el barranco pasó por encima del puente (si se le puede llamar así). Situación esta advertida desde el invierno pasado por los vecinos. Tampoco se ha hecho nada, excusándose en el contencioso del Valle de las Huertas. Para empezar, nunca debió construirse el campo en ese lugar, pues, a pesar de lo que dijeron algunos en su momento, SÍ está en el cauce del barranco; pero estaban desesperados por echarlos y empezar con el “Mamotreto”.
En cuanto al barranco del Bufadero, en Mª Jiménez, las obras de ampliación del muelle han provocado el acotamiento aún mayor de la desembocadura de este barranco que recoge el agua de tres grandes valles (Valle Grande, Valle Crispín y Valle Brosque), todos ellos “de agua”. Este es un problema típico del litoral sur de Anaga, donde los barrancos desaguan entre los diques de un muelle y a través de “caños” insuficientes para el caudal que recogen.
En fin, cosas que pasan en un territorio absolutamente abandonado por las administraciones que deben velar por la seguridad y el bienestar de sus representados.
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